Análisis: Malka Frères
Si no fuera porque es una baraja de producción actual (bueno, lo era en los años 80) diría que ésta es casi mi baraja perfecta de reproducción antigua, porque tiene casi todos los elementos que yo le pediría. Pero, por sorprendente que te parezca, ésta es una baraja que no tiene ni cuarenta años.
Cuando repasamos las ediciones de barajas españolas, casi siempre vemos variaciones de las caras catalanas o castellanas popularizadas por Fournier o Comas, pero es difícil ver diseños clásicos que se aparten de esa norma. ¿Y dónde podríamos encontrar una baraja española, de diseño clásico, que no sea una copia barata de Fournier? Pues en Marruecos, lo más lógico del mundo.
Esta baraja, cuyo denominación o número de modelo desconozco (no entiendo las inscripciones en árabe), fue creada por la empresa Malka Frères, con sede en Casablanca y, como te decía al principio, tiene tantos elementos de una baraja antigua que, si no fuera de producción actual, sería la reproducción perfecta.
En vez de los diseños contemporáneos de trazos perfectos por ordenador, se trata de una variación con trazos más artesanales. En vez de acabados en plástico o papel prensado con barniz, el material es aquí una simple lámina de cartulina porosa. En vez de bordes biselados y cortes redondeados, tiene los lados rectos. Y en vez de materiales flexibles y duraderos, es más tiesa que una tabla de cortar chorizo y resiste menos la humedad que la espuma de la bañera cuando le das con el chorro de la ducha. Vamos, perfecta.
Para mí lo único que desentona es el dorso, que es perfectamente blanco y está adornado con motivos arábigos, como medias líneas, estrellas y caballos. Pero mira, aparte de eso, hasta viene envuelta en papel, en vez de tener un estuche de cartón con solapas.
Es imposible de encontrar en el mercado. He buscado por todas partes y, salvo una versión más moderna que aún se puede comprar en algunos sitios por 40 ó 50 €, no está disponible en ningún sitio. Así que, excepto gente como yo, que viví a caballo entre Andalucía y Marruecos una parte importante de mi infancia, y la gente que viva en Casablanca y la tenga olvidada en alguna esquina, no creo que la puedas encontrar.